La agresividad de un perro se mide en 4 comportamientos.

¿Será o no será que mi Firulais es peligroso? Esa es la pregunta que uno se hace al ver a su mascota toda tierna dándose lamidas. Lengüetazo tras lengüetazo. Todo un indefenso.

¡Uy pero si en la tele salió que un Pit Bull mató a una anciana! Sí, esa es la noticia que se contrapone a esa frase más que repetida y que nos la sabemos de memoria: “El perro es el mejor amigo del hombre”.

En 2009 se dijo que la raza Pit Bull y Rottweile

Se trata del Reglamento de tenencia y manejo responsable de perros, documento que causó debate por entonces y que lo emitió el Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap). En otros países, como Colombia, el Código de la Policía se ha encargado de sacar un listado oficial de razas con potencial agresivo.

El problema de ataques de canes hacia humanos —claro que no se omite aquí el maltrato animal— no termina con este tipo de disposiciones, porque como explica Fabiola Jiménez, veterinaria especialista en etología, mucho tiene que ver la socialización del animal.

A su consultorio siempre le llegan perros problemas y conoce de cerca los síntomas a los que un propietario debe estar atento y a los que se le debe poner asunto. Aquí te los compartimos:

1. Cuando les intentas quitar cualquier tipo de cosa en su posesión y te gruñen y te miran mal.

2. El perro está en tu cama y tiene que bajar para que tu te acuestes. No se mueve y en lugar de eso, te gruñe.

3. Que no deje entrar a personas extrañas y quiera lanzarse sobre esa persona nueva.

4. Cuando lo estás retando y el perro te responde gruñendo o con intenciones de morder.

Esta especialista aclara que “los animales no nacen agresivos, sino que a través de un mal manejo y crianza se pueden tornar así”. Lo importante aquí es educar al perro “no con el estilo dominante y sumiso sino

con respeto”.

Fabiola asegura que “la mordida es el punto final de la acción. Siempre hay avisos previos y que quizás los propietarios los pasan por alto”.

Y eso fue lo que pasó en la casa de Bianca Valverde con Pookie, perro rescatado de la calle que desde el 2016 permanece alejado de la familia por tratamiento.

Entre las idas a veterinarios y entrenadores Bianca ya sabe lo que hicieron mal con la mascota: “Fue un tema de crianza, al perro se lo mimó demasiado, se le dio mucha atención, mucho espacio”.

Cuenta que a ella la mordió cuatro veces y el último ataque que soportaron fue contra su madre: “Le lastimó el cuello, el brazo izquierdo, el derecho y por el forcejeo, terminó hasta con fractura”, recuerda.

Las 5 libertades que merece tu Firulais

Con los animales también son importantes las libertades. El texto sobre tenencia y manejo aborda ese tema y destaca cinco que a una mascota no le pueden faltar.

* Libre de miedo y angustia.

* Libre de dolor, daño y enfermedad.

* Libre de hambre y sed.

* Libre de incomodidad.

* Libre para expresar su comportamiento normal.

Ya con todo esto aclarado, vale decir que las mascotas no merecen ser desprestigiadas y que en gran medida dependen del humano que les toque.

Incluso, los estereotipos creados de ese es un “perro malo” se fueron abajo desde el 2016. En ese año se publicó un estudio hecho por Dognition donde se demostraba que los chihuahuas son los más agresivos por su intención y comportamiento. Exacto, en esas miniaturas no solo hay ladridos descontrolados, sino también ‘sed’ de moder.