Cómo lograr que el niño coma de todo y en cantidades suficientes
- JovenesProducciones.com

- 12 ago 2021
- 2 Min. de lectura

“No puedes levantarte de la mesa si hay comida en el plato”. “No hay postre hasta que te hayas comido el resto”. Estas frases enseñan a los niños la idea de que hay que ‘limpiar el plato’, y puede verse como una muestra de cuidado y preocupación, pero pueden en realidad causarles una relación problemática con la comida.
Los padres y las familias a menudo asocian la cantidad de comida que ofrecen con la cantidad de cariño que dan. En las sociedades latinoamericanas, especialmente, la comida es amor. Y puede ser muy satisfactorio para un adulto ver que su niño come todo lo que le dan o consume porciones grandes, como las de un adulto. Cuando los chicos no quieren comer más, algunos padres pueden verlo como desobediencia, y castigarlos.
Obligar a los niños a comer, aunque ya están llenos les enseña a ignorar las señales de saciedad que les da su propio cuerpo. Esto puede llevarlos a tomar la costumbre de comer, aunque ya no tengan hambre. Comer para sentirse mejor, comida reconfortante.
Un artículo publicado en la revista de la Academia Americana de Nutrición y Dietética señala que incluso la presión para comer comida sana, como frutas y vegetales, a menudo fracasa. Porque los alimentos no deberían asociarse con la presión para comer o para ayunar.
Una actitud relajada ayuda a los niños a aprender sobre su propio apetito, la sensación de saciedad y sus gustos, y tener una sana relación con la comida.
¿Qué hacer para promover un buen ambiente en torno a las comidas?
Divida las responsabilidades. Provea una variedad de comidas nutritivas y ricas para que sus niños las prueben. Deje que ellos decidan de antemano cuánto van a comer. Después eso puede cambiar por un poco menos o un poco más. Pero lo más probable es que haya menos desperdicio.
Planeen y preparen comidas juntos. Los niños pueden traer alimentos del refrigerador o la alacena. Los adolescentes pueden picar y lavar vegetales y controlar el tiempo de cocción. Todos en la familia pueden pedir alguno de sus favoritos.
Dé el ejemplo. Si los padres son buenos modelos de alimentación saludable, los niños los siguen.
Anime, no obligue a probar de todo. La comida se asocia positivamente con el afecto cuando se comparte en un entorno de alegría y gratitud, no de presión y tensión o amenazas de castigos.
Permita que los niños desde temprana edad digan con confianza si tienen hambre o están llenos. Si le preocupa que no están comiendo de manera balanceada, hable con el médico de los niños, o pídale que le refiera un dietista y nutricionista. (I)




















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