Identifica tu tipo de piel para aprender a cuidarla
- JovenesProducciones.com

- 27 jun 2021
- 4 Min. de lectura

Todos queremos lucir una piel impecable y reluciente, pero no a todas las personas nos sirve la misma estrategia. Por eso es importante conocer cuál es tu tipo de piel y así poder cuidarla con productos específicos. Hay siete tipos básicos de piel: normal, grasa, seca/deshidratada, mixta, con tendencia al acné, sensible y madura. Aprende a identificar qué tipo de piel tienes y cuáles son los productos y cuidados que más te convienen.
Piel normal:
Si tienes pocos granos, poros pequeños y tu piel no suele irritarse y enrojecerse es probable que tengas una piel normal. Este tipo de piel suele ser equilibrada, no es demasiado seca ni muy grasa, y no tiene manchas.
Consejos para cuidar la piel normal: Con una piel normal, casi no se experimenta sensibilidad, sequedad o grasa. Tu piel puede tolerar la mayoría de los ingredientes, lo que significa que puede jugar ampliamente con los productos de belleza y divertirse mucho experimentando con limpiadores, humectantes y máscaras hasta que encuentre exactamente lo que mejor te funcione.
Los aceites, cremas y bálsamos faciales hidratantes son eficaces para conferir más volumen a la piel si los utilizas dos veces al día. También puedes usar un exfoliante suave una vez a la semana para eliminar la acumulación de células muertas y dejar que la piel más joven y fresca que se encuentra debajo reluzca.
Piel seca:
La piel seca retiene menos humedad que la piel normal y las glándulas sebáceas segregan menos grasa, lo cual provoca descamación y la aparición de líneas de expresión. Aunque estas características suelen hacer que la piel luzca apagada y envejecida, la buena noticia es que existen soluciones muy sencillas para la sequedad.
Consejos para cuidar la piel seca: deberás sellar la humedad aplicando una crema hidratante enriquecida varias veces al día, especialmente después de lavarte las manos o bañarte. Trata de mantener el aire de tu casa caliente y húmedo para ayudar a sanar. Evite el uso de jabones fuertes o productos que contengan aceites cítricos o mucha fragancia.
Piel grasa:
Las pieles grasas se caracterizan por tener poros grandes, sensación grasa a lo largo del día y con imperfecciones. Si bien es cierto que este tipo de piel puede ser un poco más difícil de cuidar, también tarda más en mostrar los signos del envejecimiento.
La limpieza del cutis graso debe realizarse, como mínimo, dos veces al día: por la mañana y por la noche.. Probablemente no te sean extrañas las sábanas secantes o los polvos matificantes. Puede que descubras que el maquillaje y los productos para el cuidado de la piel no siempre se quedan como te gustaría.
Consejos para el cuidado de la piel grasa: Con la piel grasa, que tu cara no brille constantemente es una preocupación principal. Para un cuidado ideal de tu piel los productos etiquetados como “no comedogénicos” funcionan muy bien para la piel grasa ya que no obstruyen tus poros. Las cremas hidratantes sin aceite son tus mejores amigas, al igual que los exfoliantes químicos y las máscaras de arcilla. Asegúrate de no lavarte demasiado la cara, ya que secar tus poros puede hacer que produzcan aún más aceite para compensar. Para limpiar bien los poros y eliminar impurezas y puntos negros, es importante usar cosméticos que además de limpiar la piel en profundidad luchen contra el origen bacteriano para evitar infecciones.
Piel mixta:
Si tienes una sensación grasienta en la zona T, pero el resto del rostro es equilibrado tienes lo que se conoce como piel mixta. En este tipo de piel la grasa se suele acumular en la zona T, compuesta por la frente, la nariz y la barbilla, pero en el resto del rostro tiene una apariencia normal. Dado que las glándulas sebáceas trabajan horas extras en la zona T, es esperable que sientas las mejillas secas.
Si tienes brotes frecuentes (o que parecen no Utiliza limpiadores específicamente formulados para tratar el acné, así como exfoliantes e hidratantes que te ayudarán a minimizar los brotes. l Límpiate suavemente la cara para evitar el trauma de los brotes existentes, y use un gel tópico para tratar larar las cicatrices del acné. Busque ingredientes para combatir el acné como el ácido salicílico, la arcilla, el peróxido de benzoílo o el retinol.
Con tendencia al acné
Si tienes brotes frecuentes (o que parecen no desaparecer nunca), es probable que tengas una piel propensa al acné. Esto significa que tus poros tienden a obstruirse fácilmente, haciéndote más susceptible al acné, espinillas o pústulas que otros tipos de piel. Es posible tener la piel grasa o seca y ser propensa al acné
Consejos para el cuidado de la piel con acné: Utilice limpiadores específicamente formulados para tratar el acné, así como exfoliantes e hidratantes que le ayudarán a minimizar los brotes. Límpiate suavemente la cara para evitar el trauma de los brotes existentes, y usa un gel tópico para tratar y aclarar las cicatrices del acné. Busca ingredientes para combatir el acné como el ácido salicílico, la arcilla, el peróxido de benzoílo o el retinol.
Sensible
La piel sensible se caracteriza por estar roja, irritada o tener bultos. Aunque todos los tipos de piel pueden reaccionar mal a diferentes principios activos o factores ambientales, la piel sensible se ruboriza con extrema facilidad y suele enrojecerse tras usar determinados productos para el cuidado de la piel. Este tipo de piel también tiende a ser más delgada, tiene poros más pequeños y suele ser más seca.
Consejos para el cuidado de la piel sensible: Debes tener cuidado al elegir los cosméticos, ya que eres más propenso a la irritación, el enrojecimiento, el escozor, el ardor o los brotes de acné. Evita las fragancias y los irritantes como el alcohol o los ingredientes antibacterianos. Busca productos con menos aditivos, o aquellos con propiedades calmantes, curativas o antiinflamatorias.
Piel madura
Aunque no todos envejecen al mismo ritmo, los signos son bastante reconocibles universalmente. Puede que notes una arruga aquí y allá o más sequedad que en tus años de juventud. En el caso de la piel más madura, es posible que notes flacidez, manchas oscuras, opacidad y deshidratación.
Consejos para el cuidado de la piel madura: La piel madura requiere de un mejor cuidado de la piel para hacer frente a los daños pasados y futuros. Siempre hay oportunidad para crear una rutina antienvejecimiento con tratamientos restauradores, que pueden aumentar el colágeno, así como proteger contra los agresores ambientales y la renovación celular. (I)




















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